Danger Wallace

Nombre: Danger Wallace

Edad: 20 años

Sexo: Mujer

Ocupación: Trabaja para Monkey Business actuando en una pequeña serie de televisión.

Grupo: Nueva Promesa

Origen: Salem, Utah (EEUU)

Descripción Física: Es una de esas chicas que no pasan desapercibidas. Estatura media, complexión delgada y un cuerpo bien moldeado. Pelo castaño oscuro, su melena es uno de sus puntos fuertes, siempre la lleva al aire, suelta, solo en ocasiones especiales se la recoge. Normalmente lo lleva liso aunque también la puedes ver con ciertas ondulaciones que le sientan muy bien. Mirada profunda centrada en unos ojos ocuros cautivadores en forma de almendra con gruesas pestañas oscuras. En cuanto a su estilo y forma de vestir se podría decir que es bastante casual y madura. Le encanta la ropa cómoda pero sin faltar a la última moda, de ahí que transmita un aire fresco y juvenil. Cuando la ocasión lo requiere sabe muy bien como aprovechar sus atributos y realzarlos para deslumbrar en cualquier alfombra roja. Le gusta mucho el deporte por lo que siempre se mantiene muy en forma. Siempre que tiene un día libre lo aprovecha para hacer un poco de ejercicio.


Descripción Psicológica: Curiosa, sería la característica que mejor la defina. Pero ojo, eso no significa que se dedique a cotillear sobre la vida de los demás y sea una adicta a las revistas del corazón. Por el contrario, no hay nada que le aburra más que enterarse de quién se ha liado con quién o quién le ha echado lejía a la ropa del otro (bueno, quizás de ésto último sí que le gustaría enterarse). Sin embargo, desde que apenas levantaba un palmo del suelo, ya estaba acribillando a sus padres con preguntas del tipo: "Pero, ¿por qué todo junto se escribe separado, y separado se escribe todo junto?". Eran preguntas profundas y eruditas que nunca hallaron respuesta, y Danger, con apenas cinco años de edad, se ofuscaba y decidía buscar la respuesta por sí sola. Nunca se contentaba con un "Pues... Porque sí", y partiendo de ahí, podríamos englobar cada episodio de su vida. Parece que nunca se conforma con lo que tiene, siempre tiene que estar experimentando, descubriendo cosas nuevas y aprendiendo un poco más cada día. A raíz de esto sacamos que es una persona obstinada, que cuando algo se le mete entre ceja y ceja, ya puede venir el fin del mundo, que nadie será capaz de arrancárselo de la cabeza. Alegre y dicharachera por naturaleza, es la típica persona a la que no le cuesta ningún esfuerzo entablar conversación, ya sea con el hombre que vende los cupones o con la viejecita que le da pan a las palomas. Sin embargo, que casi siempre tenga una sonrisa en los labios no significa que peque de ingenua, o que sea una bobalicona; en ese sentido no parece hija de sus padres, puesto que no es nada soñadora ni romántica, y, si bien es capaz de hacer lo imposible por las personas que quiere, es bastante consciente de que las relaciones no son como las pintan en las películas; en donde con poner la palabra 'Fin' ya se soluciona todo. No, Danger es una mujer realista, con los pies en la tierra y las ideas bastante firmes. O bueno, casi todas.

Gustos: Fresas con nata. El mundo siempre es un lugar mejor si viene acompañado de una gran copa de fresas con nata. No hay cosa más rica en este universo.

La música rock, le apasiona.

Disfrazarse es una de sus actividades favoritas, cada vez que hay una fiesta ella vota para que sea de disfraces.

Ver los deportes, y practicarlos.

Está enganchada a su teléfono móvil. Está enganchada a twitter. Está enganchada a las regalices. Está enganchada... a cualquier cosa en general que la entusiasme.

La ropa de las celebrities. Siempre está metiéndose en los blogs de esa calibre para inspirarse en sus estilismos.

Las fotografías. Es una adicta declarada a ellas.


Desagrados: Los telediarios, cree que no hay nada en el mundo tan dramático.

No soporta que no la escuchen, necesita que sus palabras tengan efecto.

Tiembla si la tienen que pinchar con una aguja, ser la destinataria de algo tan puntiagudo... ni de broma.

Detesta los pompones y a las animadoras, grrrr.

Tiene la manía de comentar todo lo que está viendo en la tele, con lo que luego no se entera mucho de lo que ha visto (??).

Los refrescos con burbujas, que le producen dolor de estómago.

Dormir, su mente está siempre en modo on.

El chocolate. No hay por dónde cogerlo.

Los insectos, les tiene pavor.

Habilidades: Es muy expresiva y es capaz de mostrar varias emociones diferentes en menos de un minuto de manera perfecta. Hace globos enormes con los chicles de los que se siente muy orgullosa pues según ella son redondos, redondos (?). Posee la mirada confesora, como ella la llama, si te mira con ella terminarás confesando cualquier cosa que te pregunte. Es capaz de comerse diez perritos calientes en un tiempo récord. Enamora a la cámara, un don que le está sirviendo para triunfar.

Debilidades: No sabe cocinar, sus comidas o se las paga en un restaurante o se toma platos precocinados. Ronca un poco, solo un poco eh, o eso te dirá ella si la acusas de algo tan poco femenino. Padece dislexia desde niña y ha cultivado su propio método para estudiarse los guiones. Es una negada para los juegos de mesa, está gafada sobre todo con el parchís y el monopoly. La limpieza no es lo suyo, es una desordenada por naturaleza.

Historia: Érase una vez, en un estado de América de cuyo nombre no quiero acordarme, nació una niña de grandes ojos castaños y pulmones capaces de romper vajillas completas. Era la pequeña de dos hermanos, y con unos padres que la adoraban, parecía destinada a convertirse en la princesita de la casa. Craso error. Amante de dar patadas y ocasionar alborotos, rápidamente se convirtió en el ojito derecho de su padre, quien le inculcó su pasión por los deportes, le enseñó a conducir a la edad de diez años y, básicamente, podría decirse que la educó como un hijo más.

Ésto se reflejaría más tarde en la dificultad por parte de Danger para hacer amigas; quienes observaban horrorizadas cómo la pequeña Wallace participaba en concursos de eructos y se llevaba, por mérito propio, el primer premio. No congeniaba con las niñas de su edad, y los chicos... Los chicos la veían como uno más de la pandilla, de hecho, eran muchos los que, entre concursos de escupitajos y partidos de fútbol, le proclamaban su amor. Pero Danger no se refinaría y no conocería el amor hasta su último año en el instituto. Se enamoró perdidamente de uno de sus profesores; éste estaba casado y tenía una niña pequeña, aspectos que nunca intentó ocultarle, pero eso no impidió queDanger terminara desnuda en su apartamento. Voy a dejarla, le susurraba siempre entre caricias, pero no eran más que promesas vacías que terminaron destrozando sus ilusiones. Llegó un momento en el que se cansó, y mandándole al carajo (y tras destrozarle el coche a pedradas), inició una nueva etapa: La etapa de la revolución sexual. Hombres... Cientos de desconocidos se quedaban a pasar la noche, pero hasta ahora, no ha habido nadie con el que haya compartido una mañana.

Su ingreso en la universidad se truncó cuando acompañó a una de sus escasas amigas a un casting para una nueva serie de TV, de alguna manera terminaron pidiéndole a ella también que hiciese la prueba y resulta que le gustó. De todas formas no se lo tomó en serio hasta que la llamaron, la cogían para el papel y a su amiga... no. De la sorpresa pasó al susto y del susto al entusiasmo, así fue como ganó trabajo y perdió una amiga. Para ella la interpretación, y su fama incipiente no son una obsesión sino algo de lo que disfruta. ¿Quién le iba a decir que su futuro no estaba en una universidad sino en un estudio de televisión?